1. Manejo de impresión

Como somos entes con una apariencia exterior, necesariamente hay una imagen que le mostramos al resto de las personas, una manera en la cual nos presentamos al mundo. Las personas que nos rodean solo tienen información sobre nosotros por cómo nos vemos, por lo que decimos y por lo que hacemos. Entonces, si cambiamos cómo nos vemos, o lo que decimos o lo que hacemos, también cambiamos la imagen que las otras personas se crean de nosotros. (Para ver un video sobre este tema, puedes hacer click aquí)

Según el Teorema de Thomas, las personas actúan según cómo perciben e interpretan la realidad y no según la realidad misma (escribir: link en la descripción). Por eso, basta con cambiar cómo nos percibe alguien para cambiar su comportamiento hacia nosotros. Esto es algo que todos sabemos intuitivamente y que tomamos en cuenta al decidir qué hacer frente a los otros. Por ejemplo, si queremos ser tratados como serios en el trabajo nos presentamos de una manera diferente que cuando estamos entre amigos o cuando estamos coqueteando con alguien.

Además, sabemos que actuando de maneras específicas, podemos hacer que las otras personas actúen de cierta forma. Por ejemplo, si eres cordial con alguien y lo tratas bien, puedes esperar que te vea como alguien buena gente, y que por lo tanto también te trate bien. Este controlar de la forma en la que nos presentamos se llama manejo de impresión, porque manejamos las impresiones que causamos en las otras personas.

El manejo de impresión es algo inevitable, porque necesariamente nos tenemos que presentar de alguna forma a los otros, y con solo saber este hecho, cualquier forma de presentarnos ya es una decisión activa. Aunque quieras presentarte del todo neutral, eso mismo ya es una decisión que influencia cómo te perciben los otros.

2. Goffman y su metáfora de teatro

Un modelo útil para entender el manejo de impresión es el que presenta Erving Goffman en su libro “La presentación de la persona en la vida cotidiana”. En este modelo, Goffman usa la metáfora del teatro para explicar el manejo de impresiones. Desde tu perspectiva, eres el actor en una obra de teatro y el mundo exterior es el escenario. Los roles que asumes dentro de la sociedad son lo equivalente a los papeles que juegas en esta obra de teatro. Las otras personas son los otros actores y la audiencia a la vez, porque ellos mismos también asumen roles y además observan tu actuación.

En los camerinos, que consisten de momentos a solas y de tus pensamientos, haces toda la preparación para las actuaciones que luego das en el escenario. Por ejemplo, ahí planeas lo que vas a decir en alguna interacción, y cómo eso va a afectar las impresiones que causas. Ahí escoges qué ropa usar, cómo hablar y cómo actuar en los momentos en los que juegas un papel específico.

Finalmente, en el escenario haces tu actuación, o sea tienes conversaciones, interactúas con las personas y te presentas dentro de un rol. El resto del mundo normalmente solo puede ver lo que tú pones en el escenario.

3. El manejo de impresiones online

Hasta hace poco, la mayoría de interacciones que tenían las personas eran cara a cara, donde es más difícil manejar todas las impresiones. Ahora es normal tener más interacciones online, sea a través de llamadas, mensajes o fotos compartidas, y esto hace que sea más fácil armar una imagen propia de la cual podemos manejar todos los aspectos. En persona, más allá del maquillaje, el peinado y la ropa es difícil cambiar cómo te ves drásticamente. Pero en internet, puedes tomarte 20 fotos, editarlas y luego escoger la que más te guste para presentársela al mundo. Algo que refleja la abundancia del manejo de impresión en redes sociales es que en virtualmente todas las fotos, la gente sonríe, aunque nadie esté sonriendo la mayoría del día. Una explicación es que casi todos quieren ser vistos como personas alegres, y subir fotos sonriendo es una manera directa de crear esa imagen y alcanzar esa meta.

4. Conclusión

A primera vista puede que el manejo de impresión suene como algo negativo, como engañar o manipular a las personas que nos rodean. Pero manejar las impresiones, mientras no sea de manera excesiva, nos permite cumplir con más que un rol dentro de la sociedad, ya que es necesario presentarse de manera diferente dependiendo del rol que se quiere cumplir.

Así que ahora, habiendo aprendido sobre el manejo de impresión y sobre el modelo de Goffman, ojalá puedas tomar una decisión consciente sobre cómo y cuándo quieres manejar las impresiones que causas, y así encontrar un punto con el que te sientas cómodo.