El Flow (o Flujo) es un estado psicológico en el cual una persona está completamente inmersa en una actividad, hasta el punto en el que no hay espacio en su mente para otras cosas. Mientras alguien está en ese estado, deja de percibirse a sí mismo, pierde la noción del tiempo, siente control y placer, y experiencia orden dentro de su conciencia.
Hay 5 características de una actividad que aumentan la probabilidad de experienciar Flow:
- Objetivos claros (se conocen los pasos necesarios para completar la actividad)
- Concentración y enfoque (toda la concentración está en los objetivos)
- Feedback directo e inmediato (se sabe si cada acción lleva al objetivo)
- Equilibrio entre el nivel de habilidad y el desafío (la actividad no es ni muy fácil ni muy difícil)
- La actividad es agradable, así que se ejecuta el esfuerzo con ganas
Algunos ejemplos de actividades cotidianas que pueden producir Flow son los deportes, el ajedrez, la meditación, los videojuegos, la música y el arte. En teoría, puedes experienciar Flow en casi cualquier actividad, siempre que haya una serie de problemas concretos por resolver, que concentres toda tu atención en resolverlos, que la actividad sea gratificante y que tus habilidades con las justas alcancen para completarla. Si la actividad es muy difícil para tu nivel de habilidad, eso causa ansiedad, y si es muy fácil, causa aburrimiento, como puedes ver en este lindo diagrama.
El año pasado aprendí a patinar, y al comienzo, cada vez que me ponía los patines entraba en un estado de Flow hasta volver a mi casa. La meta que tenía era clara (no caerme) y alcanzar esa meta requería mi concentración completa, así que mi mente estaba completamente llena con mantener el equilibrio. Además, patinar es divertido y gratificante, y todo el tiempo recibía feedback sobre cómo iba (sabía si me había caído o no). Ahora que sé patinar mejor, puedo pasear en patines sin hacer uso de todas mis habilidades, así que no entro en el estado de Flow automáticamente y hay espacio para pensar en otras cosas mientras patino.
Puede que te preguntes por qué deberías intentar meterte en el estado de Flow, así que ahora te daré las razones por las que yo lo hago. La primera es que se siente bien. Durante el Flow, la conciencia está ordenada, y todos los pensamientos van en la misma dirección: resolver el problema o alcanzar la meta. Y al salir del Flow, por ejemplo al sacarme los patines, saber que he logrado algo difícil (para mi) hace que me sienta satisfecho.
Otra razón es que a través de experiencias de Flow podemos crecer psicológicamente. Si solo nos dedicamos a actividades muy fáciles, como ver series o comer, no surge la necesidad de aprender cosas nuevas ni de probar el límite de nuestras habilidades. Y eso no es algo negativo de por sí, pero en mi experiencia, buscar actividades que produzcan Flow me hacen aprender, madurar y sentirme más competente, porque sé que puedo resolver problemas y aprender nuevas cosas.
Una última razón para buscar el Flow es que esa clase de experiencia nos hace sentirnos más conectados al mundo, porque por un momento no nos percibimos como entes separados del resto de cosas, sino que solo existimos. Es parecido a la meditación, así que no es sorprendente que meditando también se puede entrar en Flow.
En resumen, creo que experienciar más Flow tiene el potencial de hacernos más felices, no solo porque se siente bien, sino también porque ayuda a crecer psicológicamente y a sentirse más integrado en el mundo.
Al estado de Flow le doy
★★★★★
Aprendí sobre el estado de Flow leyendo el libro “Flow” de Mihaly Csikszentmihalyi, pero creo que con leer el artículo de Wikipedia basta para entender los principios del libro y aplicarlos: